Mi primera carrera: lo que aprendí en la línea de salida.
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Nunca se olvida la primera carrera. No importa si es un 5K, un 10K o una maratón: ese momento en el que te colocas en la línea de salida marca un antes y un después en la vida de cualquier runner. En mi caso, ese momento fue una carrera de 16k de trail running.
Recuerdo el ambiente vibrante, la mezcla de nervios y emoción, y esa sensación de estar a punto de formar parte de algo más grande que uno mismo. En ese instante entendí que correr no era solo entrenar, sudar o acumular kilómetros. Era actitud.
1. La comunidad lo cambia todo
En los entrenamientos solía correr solo, pero en la línea de salida me encontré rodeado de cientos de personas que compartían mi misma pasión. Algunos llevaban años compitiendo, otros debutaban como yo. Ese sentimiento de pertenencia fue lo primero que me atrapó del running.
👉 Y es algo que queremos transmitir en Evera: no corres solo, corres acompañado de toda una comunidad que comparte la misma mentalidad.
2. Los nervios son parte de la experiencia
El corazón late más fuerte, las piernas tiemblan un poco, dudas de si entrenaste lo suficiente… Todo eso es normal. Aprendí que la clave no está en evitar los nervios, sino en canalizarlos. Esa energía te empuja hacia delante cuando suena el pistoletazo de salida.
3. La actitud supera al reloj
Muchos piensan que el running es solo cuestión de tiempos y marcas personales. Ese día entendí que lo más importante no era cuánto tardara en cruzar la meta, sino el hecho de estar allí, de haber tenido la actitud de dar el paso y presentarme en la salida.
Por eso en Evera creemos en un lema claro: correr con actitud.
4. Cada meta abre la puerta a un nuevo reto
Cruzando la línea de meta descubrí que aquello no era un final, sino un inicio. Un inicio de nuevos objetivos, de nuevas carreras y de una manera distinta de entender la vida. Porque lo que aprendes en la línea de salida te acompaña también fuera de la pista.
Correr con actitud, siempre
Mi primera carrera me enseñó que el running no se trata solo de entrenar duro. Se trata de la mentalidad con la que afrontas cada reto, dentro y fuera de la pista.
En Evera diseñamos camisetas para runners que comparten esa misma visión: ropa ligera, técnica y con mensajes que recuerdan por qué empezamos a correr.
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